Más allá de que Raúl Jiménez esté lesionado, que Javier Hernández se encuentre vetado, de las bajas de juego de Alan Pulido y José Juan Macías, y que Henry Martín vaya a los Juegos Olímpicos, el llamado de Rogelio Funes Mori a la Selección Nacional está más que justificado.
¿Por qué? Porque el futbol mexicano se ha empeñado en acabar con la producción de centros delanteros. En 50 torneos cortos que se llevan jugados desde el segundo semestre de 1996, los extranjeros han dominado la tabla de goleo. Sólo 10 atacantes mexicanos se han logrado coronar como campeones de goleo, y de esa decena, Jared Borgetti ha repetido en un par de ocasiones.
“Es difícil formar al delantero y que le tengan paciencia. Si sale uno, seguro se irá temprano al extranjero, y normalmente los equipos en el futbol mexicano siempre tienen jugadores extranjeros en esa posición, pareciera que no le tienen confianza o, más bien, pareciera más fácil comprar que formar”, dijo Carlos Hermosillo, el jugador nacional con más goles en la historia de la Liga.
Del Bicentenario 2010 a la fecha, sólo tres mexicanos han logrado coronarse en el goleo individual: Chicharito Hernández del Guadalajara, en ese Bicentenario 2010, Ángel Reyna —siendo volante— del América, en el Clausura 2011, y Alan Pulido, con Chivas en el Apertura 2019. Fuera de ellos, se han coronado argentinos, uruguayos, peruanos, colombianos y hasta gente de Cabo Verde