América se ha vuelto un equipo práctico, frío y contundente. En estos momentos, de apremio, de urgencia, de necesidad de sumar, las Águilas de Miguel Herrera han apostado por sumar, ya después, con el tiempo, con la conformación total del plantel, se podrá buscar otra cuestión, la espectacularidad que tanto se le pide a este plantel.
Ante lo que queda del campeón Monterrey, al que derrotó 0-1, América recurrió a la solidaridad del conjunto, a todos correr por el bien común que era aguantar el resultado, y encomendarse a Guillermo Ochoa, quien ha recuperado el nivel que lo tiene como el mejor portero del futbol mexicano.
Francisco Guillermo ha sido parte fundamental, sino no es que la más importante de un equipo que está ahí, de líder del torneo, sin perder la humildad, porque es momento de ser prácticos, fríos y solidarios, lo demás, lo de ganar, gustar y golear, vendrá después. No tan después.
En Monterrey la suerte está en su contra. El cuadro de Mohamed es intenso, vertical y tiene mucha llegada, pero no tiene la suerte del campeón, aunque lo es… En este juego fue el que más dominó, fue el que más llegó, pero si no era Ochoa, era que siempre faltaba el centavo para el peso, el centímetro para llegar a tocar el balón, el esfuerzo extra para alcanzarlo.
América sí lo tiene. Los de Coapa, llenos de hombres más que nombres, tiene como figuras a quien levante la mano: ahora fue Memo Ochoa con sus atajadas y Luis Fuentes, siendo el autor del gol de la victoria. América no es espactacular pero sí es contundente y suma, y cuando llegue la hora de la verdad, no habrá quien lo pare.