Juan Reynoso definió como: “Un sueño hecho realidad”, el tener la oportunidad de ser elegido como el nuevo director técnico del Cruz Azul.
Puede que el sueño se haya hecho realidad, pero éste viene cargado de obligaciones y de un intento por romper maldiciones. Juan Máximo Reynoso, quien fue parte del plantel que ganó el tan recordado título de Invierno 1997, tiene la misión de salir campeón y así convertirse en el primer exjugador de La Máquina que pueda, como técnico, ganar un campeonato, algo que muchos han intentado, y nadie ha logrado… Todavía.
Ni los históricos que dominaron la década de los 70 pudieron, y vaya que pasaron por el banco leyendas de la magnitud de Miguel Marín, Héctor Pulido —quien disputó una final en la 1986-87 en contra del Guadalajara—, Alberto Quintano, Jesús del Muro y en cuatro ocasiones Enrique Meza, quien también dirigió una serie por el título, sin lograr el objetivo (Apertura 2009, frente al Monterrey).
Vinieron otras generaciones de exjugadores cementeros, como Rubén Omar Romano, Benjamín Galindo —quien tampoco pudo coronarse tras haber llegado a la final del Apertura 2008 ante Toluca—, siendo el más reciente Robert Dante Siboldi.
Joaquín Moreno, también campeón como jugador en el Invierno 97, ha sido técnico del equipo, pero de forma interina.
Así, Juan Reynoso tiene varias misiones que cumplir: la principal, ser campeón, pero también demostrar que los exjugadores de Cruz Azul pueden romper esa maldición.