Houston.— Durante la Serie Mundial los aficionados de Washington que acudieron a los tres encuentros se marcharon a casa con tristeza.
Hoy regresan al mismo estadio para festejar una promesa nunca antes vista. Los Nationals consiguieron su primer título de Grandes Ligas como nadie lo había hecho: ganaron los cuatro juegos de visitante para llevar el trofeo a casa.
El equipo del destino, como se le conoce a los Nationals, hoy se recuperó de un déficit de dos carreras para poner a celebrar a la capital de Estados Unidos y ganar el séptimo juego 6-2.
Un cuadrangular en el séptimo inning de dos carreras por parte de Howie Kendrick dio la ventaja al conjunto de Washington, que en esa misma entrada puso número a su pizarra con bambinazo de Anthony Rendón.
El batazo de éste, sumado a una pésima decisión del manager A.J. Hitch echó abajó la buena actuación del abridor de los Astros, Zack Greinke, quien había maniatado a los Nationals en seis episodios.
El Minute Maid Park de Houston fue un dulce hogar para los Nationals con los cuatro triunfos.
A pesar de que sus fanáticos los apoyaron, durante la Serie Mundial los equipos locales no ganaron este año, algo que se recordará por siempre.
Los Astros se fueron al frente en la parte baja del segundo rollo con cuadrangular de Yuli Gurriel. En el quinto episodio los texanos agregaron otra rayita con carrera remolcada de Carlos Correa.
En Texas todo es más grande, por lo que siempre quedarán los Astros como los más grandes perdedores, al ver cómo les arrancaron la Serie Mundial con cuatro descalabros en su propio patio.