GLENDALE, EU., julio 3 (EL UNIVERSAL).- Gerardo Martino pasó la peor noche en su corta historia como técnico de la Selección Nacional con todo y la clasificación a la final de la Copa Oro. El argentino sufrió todo el partido desde uno de los palcos del State Farm Stadium.
La victoria de 1-0 en tiempo extra sobre Haití apenas maquilla las dificultades del equipo mexicano para resolver una eliminatoria en la que otra vez pintaba como favorito. La polémica en el señalamiento del penalti con el que se llevó la victoria volvió a abrir la discusión de la necesidad del VAR en este torneo y aunque fue falta sobre Raúl Jiménez, la tecnología hubiera ayudado a despejar cualquier sospecha.
Con el gol de penalti de Raúl Jiménez (93′) al inicio del tiempo extra por fin se levantó de la silla y se fundió en un abrazo con sus auxiliares, un abrazo que liberó parte de la tensión acumulada en la noche.