Los Tigres defendieron en la raya su primera victoria en un Mundial de Clubes. Un resultado apretado y complicado pero de triunfo (2-1) sobre el Ulsan Hyundai.
Los felinos, representantes de la Conmebol, remontaron, con dos goles de André-Pierre Gignac, el marcador y se metieron en su área durante los últimos minutos del compromiso.
Se logró el objetivo –evitar una bochornosa eliminación en los cuartos de final– y los regiomontanos enfrentarán en las semifinales al Palmeiras, campeón de la Copa Libertadores, el domingo.
Los inconvenientes formaron parte de este duelo, al darse cuenta los jugadores que los balones estaban desinflados, una anécdota que contarán los Tigres de su debut en un Mundial de Clubes, bajo la mirada de decenas de fanáticos en las gradas del estadio Al Rayyan.
Por 10 años, desde que Ricardo Ferretti asumió la dirección técnica, los felinos buscaron la forma de disputar este torneo internacional, mas los resultados en la Concachampions no eran suficientes. Fue hasta la época de la pandemia cuando lograron su pase; no podían decepcionar.
Golpe en el orgullo cuando los coreanos se fueron encima en el marcador, con el gol de su capitán, Kim Kee-Hee (minuto 24), en un tiro de esquina. No era la forma esperada, pero sirvió para bajar el egocentrismo regiomontano.
Quién más que el francés, al dar la cara para empatar el compromiso y, después, darle la vuelta a los cartones. El primero fue en una jugada de pizarrón, junto a Diego Reyes, en un tiro de esquina: el mexicano desvió el esférico y el galo ingresó al área chica, sin marca, para firmar el 1-1 (38´).
Apenas siete minutos después, el líder del Ulsan, Kee-Hee, metió la mano en otro disparo de Gignac, que fue señalada como penalti –gracias al VAR– y fue el mismo “10” felino quien cobró de manera correcta la pena máxima.
Para el segundo tiempo, el “colmillo” de Ferretti se mostró sobre la cancha del Al Rayyan, al mandar dos líneas de cuatro jugadores, esperar a los asiáticos y, en caso de ser posible, liquidar el encuentro con un contragolpe.
El dramatismo no faltó en los cuartos de final del Mundial de Clubes. Javier Aquino salió del campo por un fuerte golpe de cabeza con Kee-Hee. El mexicano fue sustituido por Raymundo Fulgencio, mientras que el coreano se quedó en el partido.
El Ulsan Hyundai se fue encima de los Tigres, que se defendieron en su área hasta que concluyera el tiempo en el cronómetro. El orden fue clave para sentenciar el duelo a su favor y dejar a los coreanos en el camino.
Para el domingo, los regiomontanos enfrentarán al Palmeiras, que ya se encuentra en Qatar tras ganar el fin de semana pasado la Copa Libertadores.