El Liverpool derrotó al Chelsea (0-0; 6-5) en los penales para ganar la final de la Copa de Inglaterra en Wembley este sábado, después de que el partido acabara sin goles al término de la prórroga.
La tanda terminó 6-5, con Kostas Tsimikas anotando el gol de la victoria ‘Red’ después de que el brasileño Alisson Becker atajara el disparo de Mason Mount.
El guion fue muy similar al vivido en la pasada final de la Copa de la Liga, y a pesar del empate sin goles, ambos equipos contaron con ocasiones, en un duelo entretenido.
Las alarmas saltaron en el banquillo de los ‘Reds’ cuando Mohamed Salah, la estrella del ataque del Liverpool, fue atendido sobre el césped de Wembley y, posteriormente sustituido por el portugués Diogo Jota.
Al término de los noventa minutos, el entrenador alemán Jurgen Klopp cambió también al neerlandés Virgil van Dijk por Joel Matip, sustitución que puede también deberse a dolencias físicas del central ‘Red’.
En la prórroga los jugadores notaron el cansancio y se bajaron las revoluciones, en un encuentro que parecía ya condenado al desenlace desde los once metros.
El Chelsea falló su segundo disparo, con un lanzamiento al palo del español César Azpilicueta. Sadio Mané pudo poner fin a la tanda con el quinto disparo, pero fue detenido por su compatriota Édouard Mendy, guardameta del Chelsea.
En el séptimo disparo de los ‘Blues’, Alisson Becker detuvo el disparo de Mason Mount y el lateral griego Kostas Tsimikas no perdonó esta segunda ‘bola de partido’, y anotó el penal definitivo.
Este es el octavo título para el Liverpool, que no levantaba la Copa de Inglaterra desde el año 2006. Para el Chelsea, esta es su tercera final de Copa de Inglaterra consecutiva sin levantar el trofeo, después de las derrotas contra el Arsenal en 2020 y contra el Leicester en 2021.