Al Calor Deportivo

“La vida no ha acabado”: Brandon Gael no se rendirá en su sueño de ser futbolista

Abigail Montoya

“Gracias a Dios estoy aquí”, dijo Brandon Gael, uno de los sobrevivientes del accidente entre un autobús urbano y un tráiler en la carretera Veracruz-Cardel. El joven iba sentado en la parte delantera del camión y resultó con lesiones en el cráneo, cadera y piernas, lo que llevó a la amputación de una de sus extremidades.

Ya en casa, tras abandonar el hospital, Brandon agradece estar con vida y explica que no recuerda el momento del accidente sino hasta que despertó del coma. “Complicado, y gracias a Dios estoy aquí. No recuerdo nada. Me levanté y me dolía mucho la pierna. Me fijé y ya no tenía la pierna. Pensé que era un sueño y me volví a dormir. Luego los doctores me explicaron la situación”, relató.

Desde su cama, donde se entretiene jugando futbol en el Xbox, Brandon Gael reflexiona y acepta que su vida no será igual pero eso no le quita el ánimo. Al contrario, está consciente de lo que viene y sabe que debe pensar en muchas cosas. “El tiempo no se va a regresar atrás pues ya qué le voy a hacer. Ahorita tengo que pensar”, expresó.

El Instituto Veracruzano del Deporte (IVD) le propuso ingresar al equipo de natación adaptada, una disciplina que nunca ha practicado, pero que está dispuesto a intentar. Sin embargo, si se presenta la oportunidad de continuar en el futbol en su modalidad adaptada, asegura que la tomará.

–¿Te propusieron entrar al equipo de natación?, –Sí.
–¿Alguna vez lo habías pensado?
–Pues no pensaba, pero si llegan las oportunidades hay que aprovecharlas –respondió.

Con semblante relajado y una sonrisa cálida, Brandon Gael afirma que le gana a su hermano “en las retas del FIFA”, así como ganaba en el campo con su equipo. Para él, la vida continúa y así debe ser para todos aquellos que sufren alguna situación difícil. A su corta edad, tiene un consejo para quienes atraviesan momentos complicados: “Ánimo, su vida no ha acabado”.

Brandon Gael está bajo el cuidado de su abuelo desde que tenía 8 meses de edad y vive con su hermano y su abuela. Actualmente, cursa el segundo año de secundaria. El 17 de enero, día del accidente, se dirigía a clases en la telesecundaria “Sor Juana Inés de la Cruz”, en la colonia Playa Linda. La ruta La Herradura lo dejaba cerca del plantel.

Aunque ese día la vida le cambió, también le demostró que tiene la fuerza para seguir adelante. Aún le queda un largo camino de recuperación tras la amputación y la cirugía de cadera. Ya hay personas interesadas en donarle una prótesis, pero antes debe ponerse al corriente en la escuela, donde afirma que “va bien”, con calificaciones de puro 8 y 9. Además, el IVD le ha ofrecido costearle la universidad y apoyarlo en su desarrollo dentro del deporte adaptado, propuestas que, dice, deberá analizar más adelante.