Finalmente, la Selección Nacional se comportó como el equipo que quiere que sea el técnico Gerardo Martino y sobre todo la afición. Al menos, lo hizo en los primeros 45 minutos de los cuartos de final de la Copa Oro ante Honduras, tiempo que le fue suficiente para liquidar la serie 3-0 y avanzar a semifinales.
Ante las ausencias por lesión y por positivos de Covid-19 que presentó el cuadro catracho, el equipo tricolor aprovechó cada momento a la ofensiva desde los primeros instantes, aunque tardaron 26 minutos en poder abrir el marcador por conducto de Rogelio Funes Mori, quien llegó a tres goles en este torneo y cuatro como seleccionado mexicano.
Fue una descarga de presión para los del Tata, quienes habían fabricado por lo menos tres opciones antes y no habían encontrado contundencia, incluso al propio Funes Mori le invalidaron un tanto por fuera de lugar.
Después del primer gil, vinieron los otros dos como cascada. Primer por parte de Jonathan dos Santos (31’), quien aprovechó bien un flojo rechace para de primera intención para poner el 2-0 en el marcador.
Siete minutos después, llegó el tercero vía Orbelín Pineda, uno de los mejores en la cancha, durante ese primer buen tiempo, quien de cabeza incrementó la ventaja y sentenció la clasificación tricolor a las semifinales de esta Copa, en las que espera al ganador de la serie entre Costa Rica y Canadá.
Pero la mejoría del cuadro mexicano, esa imagen de autoridad sobre la cancha quedó en esos 45 minutos iniciales, ya que para la parte complementaria bajó la intensidad, se cuidó y hasta le permitió a los hondureños aspirar a alguna oportunidad para meterse en el marcador.
Pasaron los minutos y el juego no dio para más, la mala noticia, una lesión muscular de Edson Álvarez, quien tuvo que salir de cambio.