CIUDAD DE MÉXICO, marzo 14 (EL UNIVERSAL).- Para Marco Antonio Rodríguez el paro arbitral de la décima fecha de la Liga perjudicó a la mayoría de la familia en el balompié mexicano. Sin embargo, señala con sorpresa que hubo una entidad que se vio fortalecida: la ahora “famosa” Asociación Mexicana de Árbitros (AMA).
“Se denota que la asociación civil, de la famosa AMA, ya superó el poder gestor, el poder de la propia Comisión de Arbitraje y la Federación misma”, dice el ex silbante en entrevista telefónica con EL UNIVERSAL.
Pero, ¿qué tan fuerte ha pegado la asociación que encabeza el árbitro Roberto García Orozco? Rodríguez explica que “ellos (los árbitros) pusieron y sacaron a Eduardo Codesal del área técnica (de la Comisión de Arbitraje), ya habían sacado al anterior, les aumentaron el sueldo, les dieron condiciones favorables, los dejaron ir a sus casas cómodamente para que de ahí entrenaran y se fueran a los partidos… los han complacido. Si ahora van a exigir, me parece que la responsabilidad será mayor, van a buscar la excelencia, pero la propia profesión es difícil, hemos fallado en ocasiones”, apunta.
Lección aprendida. Con el fallo en la Comisión de Apelaciones para dar paso a la sanción de un año a los jugadores Enrique Triverio (Toluca) y Pablo Aguilar (América), que incurrieron en agresiones a los árbitros Miguel Ángel Flores y Fernando Hernández, respectivamente, todos los involucrados en el futbol nacional deben reflexionar sobre los reglamentos, según “Chiquimarco”.
“Hay muchas enseñanzas, es mejor prevenir que sancionar. El patrón de conducta de los árbitros, valientes, para expulsar a Triverio y Aguilar es el patrón de reacción ante la violencia”, pero recrimina que “la Comisión de Arbitraje no podía apelar, Apelación es para clubes no para Arbitraje, sin embargo, hay puertitas que pueden sustentar dicha apelación”. Finalmente, “Chiquimarco” pide a los hombres de negro que “no se engañen, no ganaron una batalla, perjudicaron a todos porque fue peor para los aficionados, clubes y sus patrocinadores