Presa del coraje que le provocó la lesión de Alexis Vega, quien es el mejor jugador del Guadalajara y sostén de buena parte del proyecto que encabeza, Ricardo Peláez se pasó por el «arco del triunfo» las buenas formas y los protocolos que deben seguirse con los órganos adscritos a la Federación Mexicana de Futbol.
Resulta que el video difundido por las Chivas, en el que se observa la jugada en la que Vega e Ignacio Rivero disputan el balón, por la que el atacante del Rebaño Sagrado estará fuera de cuatro a seis semanas, no es propiedad del equipo tapatío ni lo tomó alguien del club.
Esas imágenes pertenecen a la Federación Mexicana de Futbol y se les otorgan a los equipos para que vean exactamente lo que pasó, no para que las hagan públicas, ni mucho menos para que sean usadas como evidencia en contra de otro agremiado, como pretenden hacerlo, al solicitar la inhabilitación de Rivero.
Todos los clubes saben que ese material es para uso interno, pero a don Ricardo pareció ganarle la bilis y decidió publicarlo, faltando al protocolo y cortesía de la FMF. Pero ese no fue el único error del directivo.
La fotografía que también presentan en el video, y con la que pretenden demostrar que la jugada fue muy fuerte y con mala intención, ni siquiera corresponde exactamente a la de la acción que provocó la lesión. Sí fue de ese partido y son Vega y Rivero, pero no es de ese momento.
¡Ah qué don Ricardo! Ahora, además de armar todo su show, perder al hombre que cargaba más responsabilidad dentro del campo, tener su proyecto pendiendo de un hilo y echarse un pleito con el Cruz Azul, también faltó a la confianza de la Femexfut.