El francés Antoine Griezmann, delantero del Atlético de Madrid, comunicó a sus compañeros que se queda en el club rojiblanco, según pudo confirmar EFE, antes de las silbatinas de un sector de la afición a su entrada el campo en el partido con el Eibar que le afectaron y provocaron sus lágrimas en ese encuentro.
A pesar del insistente interés del Barcelona en su fichaje para la próxima temporada y después de los esfuerzos del Atlético, sus compañeros y su cuerpo técnico para convencerle de su continuidad en el equipo para la próxima campaña, el delantero tomó la decisión de seguir en la entidad madrileña, con la que tiene contrato hasta 2022 y con la que tiene una oferta para ampliarlo.
Griezmann se lo comunicó a sus compañeros y también lo confirmó el propio club rojiblanco, esa misma tarde, a través del entorno del internacional francés, según pudo saber EFE, antes de sufrir los pitos de un sector de la afición ante el Eibary que han devuelto su continuidad en el Atlético a una situación de incertidumbre.
Los silbidos, a los que respondió otro sector de la afición con aplausos, afectaron visiblemente al delantero cuando entró al campo en el minuto 58 en sustitución de Koke Resurrección. Lloró incluso el atacante, hundido y sin entender tal recibimiento, que siguió en las primeras veces que tocó el balón ya durante el encuentro.
El francés, que fue consolado en determinados momentos por varios compañeros suyos, entre ellos Fernando Torres y Juanfran Torres, que le abrazaron y le hicieron gestos de cariño, incluso pidió el cambio al banquillo del conjunto rojiblanco después, pero ya se habían agotado todos, con la entrada de José María Giménez por Vitolo.
En esa situación, Gabi Fernández, el capitán del Atlético, hizo gestos a la grada con la mano, con siete dedos (el número que porta Griezmann en el Atlético de Madrid), para pedir el apoyo y el ánimo para el delantero, al igual que Diego Godínse dirigió al fondo sur del estadio Wanda Metropolitano para que aclamaran al futbolista.
Entonces, los 63.000 espectadores en el campo cantaron el grito de apoyo habitual hacia Griezmann durante varias ocasiones. Ya no se escuchó ningún silbido, terminó el partido, permaneció en el terreno de juego durante todo el homenaje de despedida a Fernando Torres y se marchó al vestuario junto a sus compañeros.
Después, el delantero no acudió a una cena posterior organizada en el Wanda Metropolitano y el Atlético no ha tenido noticias de él desde entonces, a la espera de que el futbolista ratifique formalmente su decisión de continuar en el conjunto madrileño.
«Silbaron 50 o 40 de sesenta mil. El apoyo hacia él fue enorme», opinó en la rueda de prensa posterior al partido Diego Simeone, que añadió: «Nosotros queremos mucho a Griezmann. Sabemos que si él sigue, nosotros seguiremos siendo mucho más competitivos. Ojalá resuelva lo que él crea mejor para su crecimiento y acá en el club y en la gente tiene un apoyo incondicional».
Griezmann, citado para la concentración para el Mundial de Rusia 2018 de la selección francesa, que comenzará el próximo miércoles en Clairefontaine, ha marcado 112 goles en 209 partidos, repartidos en cuatro temporadas, con el Atlético de Madrid, con el que el pasado miércoles fue decisivo para la conquista de la Liga Europa en Lyon.