La selección francesa de fútbol cayó este miércoles por 0-2 ante una ordenada Finlandia, en un encuentro amistoso en el que los locales echaron de menos a varias de sus figuras, si bien los que saltaron al campo no dejaban de tener mucho más prestigio y caché que sus rivales.
Francia se mostró constante pero sin imaginación. Sin Mbappé ni Griezmann le falta gol, algo que no puede compensar el músculo del medio campo, mientras que la defensa pierde muchos enteros sin Varane, Kimpembe ni Hernandez.
En un partido pensado más para hacer pruebas y con varios titulares lesionados o dudosos, el técnico francés Didier Deschamps, prefirió guardar a buena parte de sus estrellas (como el renqueante Mbappé) de cara al decisivo duelo con Portugal del sábado próximo por el liderazgo del Grupo 3 de la Liga de las Naciones.
Esto dio a Marcus Thuram, el extremo del Borussia Moenchengladbach e hijo del campeón mundial en 1998 Liliam Thuram, la titularidad en su primera convocatoria con los «bleus».
Lo mismo hizo el seleccionador finlandés, Markku Kanerva, que reservó a la mayoría de los jugadores que disputan ligas europeas importantes para dar más experiencia a los que se afanan en su modesta liga doméstica.
Francia comenzó con su habitual presión alta, apoyada en el poderío físico de sus centrocampistas, lo que encerró a una Finlandia con muchos problemas de salida de balón ante la muralla de músculo francés.
Thuram, pocas semanas después de marcar dos goles al Real Madrid en Liga de Campeones, dejó constancia del peligro que tiene en sus botas al mostrar un rico repertorio de rápidas internadas, regates, buenos centros, detalles técnicos y remates, aunque le faltó el acierto para marcar.
Suya fue la primera gran ocasión, un cabezazo a la salida de un córner que dejó temblando el larguero de Joronen al cuarto de hora de juego. Dos minutos después, se quedó solo ante el meta rival, pero su remate de volea se fue alto.
La primera media hora fue prácticamente un monólogo galo ante el ordenado cerrojo finlandés hasta que Sissoko perdió un balón en el centro del campo que permitió un contraataque peligroso que Marcus Forss, tras ganar en la carrera a Lenglet y quedarse solo ante Mandanda, culminó con un duro remate.
Sin poder reponerse del golpe, llegó el segundo. Otra pérdida francesa en medio campo y Onni Valakari anotó con un estupendo disparo desde fuera del área a la escuadra ante la pasividad de la defensa local.
El doble gancho a la mandíbula noqueó a los franceses y animó a los visitantes a estirar líneas, con buenas triangulaciones que les permitieron merodear repetidamente el área gala.
El segundo tiempo comenzó como había terminado el primero: una Francia insistente pero imprecisa, simbolizada en el gris Pogba y el desaparecido Giroud, frente a una Finlandia que se estiraba con velocidad.
Deschamps buscó soluciones en el banquillo incorporando de golpe a Griezmann, Martial y Kanté. Después debutó Rubén Aguilar, lateral derecho del Monaco de padre español.
Los cambios franceses no tuvieron efecto. El cansancio de todos dejó una última media hora final en la que ni un agotado Thuram pudo desbordar como en el primer acto. Martial y Griezmann tuvieron sendas ocasiones claras, pero las enviaron rozando los palos.
Aunque fuera un amistoso, Francia cerró una brillante racha de diecisiete partidos sin conocer la derrota y Finlandia mostró cómo contener el poderío físico galo.