El manejo de crisis por parte de la Federación Mexicana de Futbol volvió a ser lamentable en un momento álgido.
El sábado por la noche, mientras Hirving Lozano era trasladado a un hospital de Arlington, Texas, tras salir severamente golpeado tras chocar con dos futbolistas de Trinidad y Tobago, la familia del atacante del Napoli sufría por no saber qué es lo que pasaba con el chico.
Resulta que nadie de la FMF se comunicó con los familiares del «Chucky» para informarles sobre su estado de salud, así es que no les quedó de otra más que informarse a través de los medios de comunicación sobre la condición de Hirving, quien salió del estadio AT&T con un fuerte golpe en las cervicales, cuyo diagnóstico oficial se dará durante este domingo.
Después de bastante tiempo, por fin alguien del equipo mexicano entabló contacto con los Lozano para decirles lo que sucedía con el ex del Pachuca, pero la zozobra nadie se las quita.