Las Chivas decepcionaron en su presentación en casa al apenas igualar a un gol con los Diablos Rojos del Toluca.
Un partido demasiado precavido de ambos lados en donde a los tapatíos les faltó imaginación e intensidad, ante unos Diablos que están en reconstrucción.
Apenas unos minutos duraron las emociones, Jesús Molina abrió el marcador de un cabezazo, pero enseguida Kevin Castañeda igualó.
Guadalajara está invicto, sí, dos empates, no he perdido, peor tampoco gana. El Diablo sumó su cuarto punto en el torneo.
El juego se esperaba más dinámico, más abierto, pero no.
Ambos equipos decidieron primero anularse que hacerse daño. Guadalajara quiso ir un poco más al frente, pero el Toluca era el que se sentía mejor en la cancha.
Mientras las Chivas trataban de avanzar en bloques, con el Diablo alargaban la cancha, teniendo a Rubens Sambueza como su principal punta de lanza. Pero la realidad es que ambos planes no daban de sí.
Chivas se soltó un poco el cabello. César Huerta remató un buen desborde del Chapo Sánchez y provocó un tiro de esquina, del cual nació el gol de Jesús Molina por un potente cabezazo (22’). La felicidad le duró poco a los tapatíos, dos minutos después Kevin Castañeda tomó un rebote de fuera del área, su segundo gol del torneo, ambos con la misma manufactura.
Más allá de esos dos minutos, el juego volvió a caer en un abismo, del cual apenas se asomaba Chivas con acciones individuales, y Toluca sólo dependía de lo que se le ocurriera a Sambueza. Decepción en Guadalajara. Chivas da un paso atrás.