Por Julián Rodríguez
Teniendo como marco especial el emblemático barrio de Xallitic, exfutbolistas del no menos legendario El Dique se reunieron para celebrar su unidad como cada fin de año.
Su llegada entre los jugadores se fue dando poco a poco en un restaurante de mariscos que encabeza el buen Martín Fernández, surgido de una dinastía en el que el apellido es bien conocido desde hace muchas décadas en nuestra ciudad.
Allí vimos al buen Roger Galván y a su hermano Gil el famoso “Diamante Negro”, exjugador, así como a Saúl Cortés, el Pájaro” Manuel Mendoza, Pablito “Hacha” Cruz Lorenzo Hernández, Francisco Ariel Lorenzo, Alfredo Sánchez, el “Ciego” Teófilo Martínez, Graciano Barragán, Raúl de la Fuente, Luis Lara, Guillermo Ramírez, Roberto Capistrán, Raymundo González, Julio César Capistrán, Ángel “Napoleón” Maldonado, Carlos Tercero, Jorge Antonio González, Lorenzo Nieto, Eduardo Tercero y José Rodolfo Ferrer.
Cada ubo de los jugadores entre risas y bromas dio a conocer alguno de los momentos que los marcaron durante su estancia en el popular equipo. Cada uno tiene su historia, su vida, su experiencia.
Salieron a relucir muchas anécdotas. De sus muchos campeonatos, de sus revanchas y sus agarrones con tal o cual equipo., hasta de sus broncas, en aquellos ayeres cuando el futbol era más que una religión y muchas veces el honor se defendía en un campo d futbol.
Las sólidas paredes del local abrigaron cada palabra salida de las bocas de sus protagonistas. Sus voces nunca se apagaban, incluso hubo momentos que muchas de ellas salían al mismo tiempo provocando que en ocasiones hubiera una, dos y más conversaciones.
Roger Galván, también ícono del barrio, tomó la palabra y agradeció a Dios por estar con sus amigos un año más. “En este día damos gracias a Dios que estamos reunidos como cada año. Bendito sea porque estamos celebrando a este histórico equipo como lo es El Dique”.
Agregó: “faltan algunos que ya no están con nosotros y esperamos de corazón que su espíritu y su alma estén aquí, a aquellos que aportaron en todos los aspectos su entrega dentro de la cancha”.
Al final del tiempo las leyendas futboleras se despidieron estrechando sus manos y fundiéndose entre abrazos y buenos deseos, pero sobre todo desearon que el próximo año se vuelvan a reunir para mostrarse esa hermandad que a través de los años los los ha unido el futbol y su barrio.