Por más que se ilusione y hasta candidatee para ser el sucesor de Ricardo Ferretti, Miguel Herrera tiene las puertas cerradas en los Tigres… Al menos en el corto plazo.
Aunado a que la directiva del club norteño está por renovar el contrato del Tuca, la realidad es que no le gustan ni tantito las formas del Piojo, sobre todo lo sucedido durante las más recientes semanas, en las que se ha dedicado a dar múltiples entrevistas, en las que reveló diversos detalles de lo que sucedía al interior del club azulcrema.
Esas actitudes no van con los hombres que toman las decisiones en el club norteño y su amistad con Mauricio Culebro, nuevo vicepresidente del club, les da lo mismo.