Este día, Sergio Pérez cumple un gran sueño. El piloto tapatío vuelve a su ciudad natal, en versión Red Bull, previo al Gran Premio de México y como el primer tricolor campeón en la Fórmula Uno.
Hoy, en la capital jalisciense, se realizará el tradicional Show Run de Red Bull.
Sobre la Avenida Vallarta, el piloto que porta el número 11 y que, luego del GP de Estados Unidos marcha tercero en el campeonato de la máxima categoría, correrá un histórico monoplaza de la escudería austriaca.
Esto, además de servir para calentar motores rumbo a uno de los fines de semana más intensos para Checo, lo acercará a la ciudad que lo vio nacer y de la que siempre que puede hace referencia.
Desde Emilio Castelar hasta poco después de la calle César, pasando por la Glorieta de La Minerva, uno de los puntos centrales de este Show Run, Pérez tomará el volante del mítico RB7, auto que tiene una historia muy especial para Red Bull.
En 2011, ese monoplaza fue el que catapultó a Sebastian Vettel como campeón, además de que sumó un título de constructores para el equipo de la bebida energética, cuando el coequipero del alemán era Mark Webber.
El auto tiene un significado muy especial, pues hay que recordar que ese año fue cuando Checo Pérez debutó.
El año pasado, el tapatío realizó el Show Run en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, pero ahora es turno de su natal Guadalajara, lo que le da un toque inigualable para él.