Por Julián Rodríguez
La final de futbol Oro que instrumentó la Liga Regional de Coatepec tuvo su campeón en Dos de Octubre, pero su rival Guerreros Xalapa criticó la labor del árbitro, al grado de asegurar que benefició al cuadro de casa.
Y es que argumentan que de manera increíble les expulsó a tres de sus jugadores, además que no marcó dos claros penaltis a favor del conjunto xalapeño.
El delantero Manuel Castillo publicó en sus redes sociales lo que considera una actuación arbitral parcial. “Guerreros se enfrentó a Dos de Octubre en la final de liga de Coatepec y lamentablemente se perdió 1-0, pero lo más triste es que el que organiza el torneo también pertenece al Dos de Octubre, lo cual no debe ser porque marcó a su favor”, dijo.
Agregó que esta situación, aunque no la puede asegurar, se presta para malas interpretaciones. “Hubo algunas faltas que el árbitro no quiso marcar, de las cuales dos fueron claros penaltis, un empujó dentro del área al delantero, y otra en el segundo tiempo una mano clara que sólo él no vio”, precisó.
Asimismo, continuó diciendo: “le sumamos que a uno de nuestros jugadores le pegaron hasta para llevar y nunca expulsó a nadie”.
El habilidoso jugador destaco que la impotencia fue mucha porque el árbitro nunca rectificó por lo que considera malas decisiones. “Además, cinco de sus jugadores no cumplieron con la regla de jugar 10 partidos oficiales y aun así jugaron por ser el equipo del organizador del torneo, es una vergüenza este tipo de torneos”, concluyó.
Por su parte, el representante de Guerreros Xalapa, Rodolfo Martínez, coincidió con lo declarado por su jugador. “Estábamos encima de ellos, pero el arbitraje tuvo mucho que ver, pues nos expulsaron tres jugadores y no marcó dos claros penales, uno cuando a nuestro jugador le pegaron dentro del área, pero no se cayó al momento y ese fue el argumento del árbitro. Creo que ese fue el detonante de la derrota”, expuso.
Por último, el “Lic” enviará una queja a la Liga, y aunque sabe que los directivos no harán nada, será para dejar un antecedente y no se repita en lo futuro.
La situación podría cambiar si los mismos delegados de los equipos que participan en los torneos eligen una directiva ajena a algún equipo, que sea autónoma y que los únicos intereses que prevalezcan beneficien a todos y no a unos cantos.