Cruz Azul dormirá como líder del Apertura 2018 por séptima jornada consecutiva, al vencer 2-1 a Monterrey. Además de que La Máquina de Pedro Caixinha llegó a los 26 puntos, la cifra mágica que clasifica a los equipos del futbol mexicano a la Liguilla, a falta de seis fechas por disputarse.
Con anotaciones de Elías Hernández y Édgar Méndez, los cementeros rescataron el triunfo en un complicado duelo, que tuvo controversia por el trabajo del árbitro central, Fernando Hernández Gómez, le facilitó el partido al marcar un penalti y expulsar a Rogelio Funes Mori.
Los Rayados no tardaron en anotar el primero de la tarde. Un centro, mandado desde la altura del círculo central, fue aprovechado por el defensa César Montes para dejar parado a Jesús Corona. Fue el segundo gol que recibió La Máquinaen siete partidos en el Estadio Azteca y la primera ocasión que se ponía en desventaja en casa.
El zaguero tuvo que salir del terreno de juego, ya que se lesionó al minuto de dañar la portería de los cementero. Su lugar lo ocupó Johan Vásquez.
Cuatro minutos después, al 20, Jesús Molina sostuvo a Igor Lichnovsky dentro del área, el árbrito Hernández Gómez, marcó la pena máxima, a pesar de que el balón no iba para el chileno. Elías Hernández no tuvo complicaciones para acertar desde el manchón e igualó el cotejo.
Después de marcar el riguroso penalti, el juez expulsó a Funes Mori. El argentino saltó con los dos brazos abiertos, su codo izquierdo impactó con el rostro de Iván Marcone, pero sin intención. El central vio una agresión y lo mandó a bañarse antes de tiempo.
Apenas habían transcurrido 25 minutos y Monterrey ya tenía desventaja sobre el césped. Cruz Azul se volcó al frente y no tuvo freno.
Al dejar espacios atrás, los Rayados casi meten el segundo gol, mas José de Jesús Corona se vistió de héroe para salvar a su equipo. El meta detuvo un contragolpe que parecía mortal de Dorlan Pabón y, a una mano, paró el contrarremate de Celso Ortiz.
Fue hasta el 71´, cuando el español Édgar Méndez remató con la cabeza para vencer a Marcelo Barovero y enfriar la tarde en el Estadio Azteca. Con los cartones a favor, Pedro Caixinha acomodó a su equipo para no arriesgar la zona defensiva y controlar el esférico.