Ahora, las cruzazuleadas son al revés. Un disparo de Orbelín Pineda, en la última jugada del partido, le dio el empate a La Máquina (1-1) con el Puebla, para mantener la racha positiva sin perder.
En una semana de terror para el Cruz Azul, con el presente judicial del presidente Guillermo Álvarez Cuevas, terminó en un punto valioso para los cementeros, que alargaron su buen paso a 196 días sin conocer la derrota.
La Franja de Juan Reynoso pecó de defensivo, con seis hombres en la zaga y La Máquina, empujada al frente, le sacó la igualada.
Antes del partido, correspondiente a la Jornada 2 del Guardianes 2020, el plantel celeste presentó una manta en la cual apoyaba a su presidente, quien debe presentarse ante la justicia por supuestos delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
“Hoy más que nunca somos un equipo. Estamos contigo, Billy”.
El Cruz Azul fue superior durante toda la primera parte, con llegadas constantes, variantes, centros y remates por cualquier lado, pero sin marcar. Milton Caraglio, quien suplió al expulsado Jonathan Rodríguez, tuvo dos oportunidades y las erró.
La lluvia tampoco benefició a los cementeros, quienes se vieron mermados por los charcos sobre la cancha del Cuauhtémoc, por lo que tuvieron que modificar el plan a pases largos y por aire.
La Franja apenas tuvo un par de acciones en el ataque, pero sin peligro en el arco de José de Jesús Corona. Sin embargo, apenas en la primera jugada del complemento, los poblanos lastimaron a los cementeros.
Un mal despeje de Julio César Domínguez, quien quiso desviar el esférico con su talón, le dejó muerta la pelota a Pablo González. El mediocampista fusiló al portero y anotó lo que parecía el gol el triunfo.
Fue la única verdadera acción de peligro de La Franja, misma que desperdició y que casi termina con la racha de nueve partidos sin perder en Liga MX para La Máquina.
Con el tanto en contra, Robert Dante Siboldi brincó para provocar una reacción en sus jugadores, quienes se quedaron pálidos con el marcador en contra, a pesar de que restaban más de 40 minutos en el cronómetro.
Tuvieron que pasar 40 minutos para que el Cruz Azul lograra el empate, que llegó en el último suspiro. Pineda se encontró el balón dentro del área y, sin pensarlo, remató potente, imposible para Vikonis.
Con el silbatazo final de Oscar Macías Romo, la semana de terror en las oficinas de La Cooperativa terminó en un empate.