A media semana, un equipo de la Liga de Ascenso, Alebrijes de Oaxaca, eliminó a Cruz Azul de la Copa MX, terminando con su reinado. Hoy, otro club, que prácticamente va a descender, aunque pague 120 millones de pesos para quedarse, lo humilló más.
Porque empatar ante Veracruz, un equipo sentenciado, no es más que alargar la crisis. Un empate a un gol que no le sirve de nada a la Máquina, que sigue alejándose de la zona de Liguilla, en tanto que Veracruz no fabrica el milagro que necesita para quedarse.
Empate que pone a los azules en 9 puntos, los jarochos suman su tercero, pero su victoria es moral porque al fin hicieron el gol que se les había negado por siete jornadas. Empate que quizá le dé un poco más de vida a Pedro Caixinha, quien tiene la soga al cuello y a Cruz Azul hundido en la mediocridad.
Empate que es una humillación para Cruz Azul, por donde se quiera ver. Lo que parecía ser un acierto, al haber mandado a la banca a dos “anclas” como Caraglio y Cauteruccio, que alentaban el juego, terminó siendo lo de menos por la pobreza en la media cancha. Aun no hay una explicación válida de porqué Yoshimar Yotún es titular y Rafael Baca no. El peruano no es escudo ni generador de juego.
Esa fisura en la media cementera hizo que los embates de Veracruz fueran letales, tomando en el mano a mano a los laterales, dejando en el mano a mano a los centrales. Jesús Corona ya había intervenido en dos ocasiones, pero la destacable era la de Sebastián Jurado, tapando en gran lance un remate a Jonathan Rodríguez. El joven portero jarocho mandó al abordaje a sus Tiburones, sin nada que ganar, sin nada qué defender, más allá de un orgullo pisoteado, eso que en Cruz Azul ya tampoco existe.
Kazim Richards había sido más que criticado por sus actuaciones. “No desborda, no remata, no genera juega”, se queja la prensa local… Cuando marcó el gol, el primero de Veracruz en el torneo que rompe la racha de más de casi tres meses, 734 minutos y 84 días contando el torneo anterior, sólo se oyó. “Siempre creí en Kazim” (29’).
Orbelín vive sus mejores momentos como cementero. Se mueve detrás de los delanteros, hace paredes, enfrenta a los centrales. Cuando Yotún por fin sale del capo se sacrifica junto a Salas. Tres veces llega Cruz Azul a la portería de Jurado, tres veces está a punto de marcar. En una ocasión llega Veracruz y Corona en lance salva de igual forma.
La desesperación llega al límite. Javier Salas, uno de los consentidos de Caixinha, se comienza a manotear, insultar y empujar con Pablo Aguilar, quien no ha tenido buenos partidos en las últimas fechas… El colmo.
Pero hay luz al final del túnel. El orden se rompe y el ímpetu queda. Todos los azules sobre el balón, el balón le queda a Edgar Méndez quien remata a portería, el balón va para afuera, pero Fabricio Silva lo mete a su portería (71’).
Cruz Azul echa su resto pero Jurado se vuelve a interponer. El joven jarocho vuela a todos lados, los remates de Cruz Azul llegan de igual forma… No se le puede vencer y Veracruz gana en moral aunque suma de a punto. Cruz Azul sigue en caída.