Preso de la emoción, Milton Caraglio se reincorporó de inmediato para solicitar el balón. Guido Pizarro acababa de cometerle el penalti que abrió la puerta al título del Cruz Azul, pero no había espacio para lucimientos personales.
Es por eso que Yoshimar Yotún se apropió del esférico y enfrentó a Nahuel Guzmán. El resto, cobro sin problemas (73′). Jugada catártica en un cotejo que parecía encaminado a la definición desde el manchón penal.
La Máquina pasará a la historia como el primer campeón de la Leagues Cup, tras derrotar (2-1) a unos Tigres que volvieron a fallar en un partido por cetro internacional. Han perdido los cinco que han disputado (tres de la Liga de Campeones de la Concacaf y una en la Copa Libertadores). Ese penalti fue un mazazo para los todopoderosos felinos, quienes quedaron seminoqueados y los Cementeros no fallaron. Menos de dos minutos después, Jonathan Rodríguez desató el delirio azul en las gradas del estadio Sam Boyd con el mágico recorte sobre Nahuel (75′).
Fue el tanto más dulce del «Cabecita» con la casaca cruzazulina. Entonces sí, Robert Dante Siboldi se ánimo a aplaudir y a abrazarse con cuanto acompañante tenía en la diminuta banca del inmueble. Premio a una Máquina que mostró mayores deseos de ganar durante los primeros minutos, aunque ese ímpetu le duró muy poco en la mitad inicial.
Alcanzó para aquel cabezazo de Caraglio que cimbró el travesaño de la portería defendida por Guzmán (10′). El atacante argentino reapareció tras una lesión y mostró por qué le gana la carrera a Martín Cauteruccio, Bryan Angulo y Santiago Giménez. Su presencia remasteriza al ataque celeste. El problema es que esa fue la única que tuvo y se quedó cerca.
Ni qué decir de Igor Lichnovsky, a quien le favoreció ese rebote, pero su remate se fue muy desviado. Porque todo el duelo se fue del lado celeste. Los Tigres volvieron a empequeñecerse en una final ante un equipo denominado «grande». El tanto de Pizarro (90′) puso emoción a los cuatro minutos agregados, pero no más. El Cruz Azul fue dueño del partido y ya lo es de ese pesado trofeo que desea acentuar la rivalidad entre la Liga MX y la Major League Soccer. La Supercopa y la Leagues Copa ya están en sus vitrinas. Falta el trofeo más difícil: el de la ansiada Liga.