Algo le pasa a Cruz Azul. Ya no es ese equipo tan dinámico, versátil y contundente de inicio de torneo. La defensa no es tan sólida; el medio campo tiene huecos y la delantera no es clara. Pero aún así gana.
La Máquina Cementera derrotó 1-2 a Tijuana, viniendo de atrás con goles de sus delanteros Santiago Giménez y Jonathan Rodríguez. Con este resultado la pelea por la punta con Pumas sigue codo a codo, ambos con 22 puntos, pero mejor diferencia de goles para los universitarios.
Cruz Azul gana, y define en los minutos finales, pero no es el mismo juego de inicio de torneo. El primer tiempo ante los Xolos fue de los peores que se le han visto a la Máquina en la época de Robert Dante Siboldi: líneas muy separadas, defensas desprotegidos, jugando a mano a mano y desventaja justa.
El gol de Édgar López (9’) reveló las falencias del equipo, el desborde de Lainez al “Shaggy” fue muy sencillo. Tijuana, sin técnico en la banca estaba ganando y en el resto de la primera pudo irse con más ventaja.
Siboldi tuvo que rearmar a su equipo, entró Alexis Gutiérrez y en el centro del campo hubo más creatividad, la consecuencia fue el empate de Santiago Giménez (47’) de remate con la cabeza y Tijuana, sin quien pusiera orden desde fuera, se partió, aunque aún así el portugués Leal tuvo dos mano a mano frente a Corona, ambos los desperdició.
Cruz Azul se hizo del partido. Recuperó fuera del área tijuanense, pero siempre chocaba, una y otra vez con la pared rojinegra, faltaba que apareciera el crack, el que marca la diferencia.
Jonathan Rodríguez había pasado inadvertido todo el juego, casi ni la tocó, casi ni se involucró, hasta el minuto 83, cuando recibió la pelota por la izquierda, recortó hacia el centro venció a Jonathan Orozco, la clásica.