Creada en 1991 con el objetivo de modernizar al certamen de selecciones en la Concacaf, la Copa Oro es un torneo extremadamente peligroso para el hombre que ocupa el banquillo del eterno candidato al título… Y los ejemplos sobran.
Manuel Lapuente, Javier Aguirre, Hugo Sánchez, José Manuel de la Torre, Miguel Herrera y Juan Carlos Osorio integran la lista de quienes fueron severamente golpeados en un campeonato en el que el Tricolor arriesga mucho más de lo que puede ganar, por lo que Gerardo Martino no deberá confiarse.
Se trata del torneo que la Selección Nacional siempre está obligada a ganar, el que antes ofrecía un boleto o medio acceso a la hoy extinta Copa Confederaciones, pero que ahora sólo representa un gran riesgo para su entrenador. Genuina trampa; muchos han caído.
Desde su aparición, hace 28 años, se han efectuado 14 ediciones. Los verdes ganaron la mitad, pero de los siete fracasos, en cinco hubo importantes consecuencias en el entorno; incluso, hubo un despido, pese a coronarse, por lo que el Tata podría ver obstruida su llegada a Qatar 2022si fracasa.
Lapuente fue el primero en padecer los estragos del bochorno. Tras caer con Estados Unidos en la semifinal de la edición 1991, abandonó el cargo. De hecho, su entonces auxiliar Luis Fernando Tena dirigió el cotejo por el tercer lugar, frente a Costa Rica, ganado por los mexicanos (2-0).
Once años después, la Concacaf decidió efectuar el evento en enero, previo a la Copa del Mundo 2002. El combinado nacional, dirigido por Aguirre, sucumbió en cuartos de final, ante Corea del Sur, en penaltis, lo que enturbió el ambiente alrededor del Vasco, quien perdió popularidad previo al torneo más relevante. Al terminar el Mundial, se fue al Osasuna.
La edición 2007 trajo consigo la polémica y el dolor de la derrota en la final ante Estados Unidos (1-2). Pese a que después, el equipo entonces dirigido por el Pentapichichi logró el tercer sitio en la Copa América de Venezuela, se perdió confianza en él y un año más tarde dejó el cargo.
Para 2013, el Chepo de la Torre fracasó en la misión del bicampeonato y el nivel mostrado influyó para que lo cesaran en septiembre.
Dos años después, con el Piojo al mando, la Selección Nacional se proclamó campeona del área, pero en medio de gran polémica, sobre todo por el trabajo del árbitro estadounidense Mark Geiger, quien favoreció a los mexicanos. Por si fuera poco, al día siguiente de coronarse, Herrera protagonizó un incidente con el narrador Christian Martinoli, en el aeropuerto de Filadelfia, que le costó el puesto.
En 2017, con un equipo alternativo, Juan Carlos Osorio perdió en semifinales con Jamaica, lo que aumentó la animadversión hacia él.
Porque eso significa la Copa Oro para la Selección Mexicana: nada que ganar y mucho en riesgo.