Ya se acabaron aquellos años en que, de una alineación a otra de la Selección Nacional Mexicana, había cambios al 90 por ciento. Las llamadas rotaciones.
Hoy, la congruencia manda, y por eso Gerardo Martino, director técnico nacional, anuncia que en el juego contra Japón, el último del año, habrá cambios mínimos: “El concepto será el mismo, sin tantas modificaciones de un juego a otro”.
Algunos jugadores, la mayoría, “repetirán y buscaremos darle minutos a Orbelín [Pineda] y Uriel [Antuna], quienes pudieron jugar alrededor de 35 minutos contra Corea…”, dijo el entrenador nacional.
Otro ingreso cantado en la alineación será el de Guillermo Ochoa en la portería.
Eso sí, aclaró que no todos los jugadores que fueron convocados, lamentablemente, verán actividad: “En este tipo de juegos, en estas giras que afortunadamente tenemos, hay quienes juegan más, otros que juegan menos y están los que no juegan, así de claro… Si la FIFA, en algún momento, decide que podemos jugar con 15 jugadores, adelante, pero los seleccionados saben que vienen a competir, que uno es el mejor de Cruz Azul, el otro del América, y tienen que ganarse un puesto”.
En el juego de hoy contra los nipones, Martino busca seguir consolidando “nuestra forma de jugar. Espero protagonismo, espero que sigamos siendo un equipo que asuma riesgos, pero solucionar éstos cuando se presenten, que haya opciones de gol, y —claro— más contundencia, paciencia en la elaboración y sepamos los momentos donde se debe ser directos y cuando se necesita más circulación”.
Reconoció que hay instantes en que, debido a ese protagonismo, a esa hambre de ir al frente, la defensa en ocasiones se encuentra en desventaja: “Es verdad, lo sabemos y no lo negamos, los rivales saben que corremos riesgos, que dejamos espacios. El punto inicial es presionar bien y, sobre todo, en la circulación no tener pelotas perdidas en lugares incómodos que le permitan al rival exponer grandes espacios”.