Si había un juego que no tenía que perder Víctor Vucetich era este ante el FC Juárez; si un juego quería ganar Luis Fernando Tena, era este ante el Guadalajara.
El Rey Midas debía de demostrar que el haber entrado en lugar por el ahora entrenador de los Bravos, fue más que acertado; el Flaco tenía que demostrar lo contrario, que su despedido fue un error.
La ponencia la ganó Tena al llevarse el juego 1-2, pero presentando en la cancha a un equipo propositivo, que sabe jugar a la pelota y tiene definición, aunque al final sufre lo de siempre, pararse muy atrás para defender la ventaja, y sufrir en demasía.
Si en la semana el “Pollo” Briseño dijo que era exagerado decir que las Chivas “estaban en crisis”, pues se equivocó. Los resultados mandan, y aunque la crisis por momento, no es de juego, es lo suficiente para llorar otro descalabro.
Juárez jugó por nota en los primeros minutos. Llegó en tres ocasiones con peligro de gol, a la cuarta Darío Lezcano definió como los grandes (9’) y bajo ese mismo control, participó en la gran jugada para que Matías García (29’) agrandara la ventaja.
Guadalajara reaccionó por medio de un solo hombre, por conducto de José Juan Macías que fue el que mandó dos remates al poste, pero el gol no caía.
Hizo cambios Vucetich, posición por posición, sólo al final cambió su formación y Macías con un certero cabezazo acortó las distancias (77’).
Para tratar de acallar su declaración de que Chivas no está en crisis, se fue en los últimos minutos de centro delantero, pero ni así se pudo remediar.
Chivas está en crisis, sus dos puntos así lo dicen; Juárez llegó a cinco. Sí, era el juego que Luis Fernando Tena no quería perder.