Cruz Azul lo volvió a hacer. Desperdició la ventaja, la oportunidad de saltar en la tabla de competencia y recuperar un poco del prestigio que ha arrastrado en esta temporada. Un marcador final de 1-1.
A tres minutos estuvo la Máquina de lograr el triunfo en Guadalajara, una victoria que le hubiera arrojado al cuarto lugar de la competencia, pero no, los antiguos fantasmas volvieron, esos de fallar en la agonía.
Esos del insulto que no les gusta, pero que se niegan a olvidar.
Y Chivas, con poco hizo lo suficiente para sumar, aunque el discurso de su técnico de revolucionar al futbol, haya quedado en el olvido.
Fue un juego de mucho correr y poco crear. Cruz Azul fue el que arriesgó un poco más, lo mínimo para llegar al área un par de veces y al final de la primera parte provocar el penalti de Raúl Gudiño a Jonathan Rodríguez, que el mismo Cabecita hizo gol (44′).
A partir de ese momento, los cementeros se dedicaron a destruir, nunca pudieron manejar el partido, le entregaron el control al Rebaño que en forma burda y brusca lo intentaron, mucho pelotazo a la olla, uno tenía que salir, y salió hasta el final con un remate con la cabeza de Gilberto Sepúlveda (90+4′).
Con este resultado, los cementeros llegaron a 20 puntos, amanecerán en sexto lugar general y Chivas se fue a 19, quedándose en el noveno.