Guadalajara entendió que no es lo mismo jugar contra Mazatlán, que contra un equipo más hecho como lo es el Pachuca e hizo el ridículo, al caer 2-1.
Graves errores en la defensiva del Rebaño, provocaron su primera derrota del torneo y exhibieron su sistema, que si no es dominado, no funciona y le costó el invicto.
Los Tuzos aprovecharon las circunstancias y ganaron su segundo juego en fila, metiéndose entre los líderes del torneo con seis puntos, en tanto que Chivas volvió a su realidad y se quedó con tres. Porque no es lo mismo Mazatlán que Pachuca.
Guadalajara jugó dormido durante la primera parte. Con la orden inobjetable mandada desde la banca de salir jugando, las Chivas se la jugaron y Pachuca, viendo el nerviosismo del rival, comenzó a presionar, a presionar, hasta que consiguió el objetivo.
Dos errores garrafales, ridículos, le dieron la ventaja a los Tuzos. Primero, César Huerta no pudo despejar, la pelota se fue al área y Gilberto Sepúlveda se la dejó quitar por Nicolás Ibáñez quien se la cedió a Víctor Guzmán para que con fácil remate abriera el marcador (20’).
Pero Chivas siguió igual, con la misma filosofía y por eso el “Tiba” cuando tenía el balón en el área y estaba rodeado de hidalguenses, decidió regresarle el balón al portero Raul Gudiño, quien lo perdió de vista un segundo, suficiente para que este le brincara y se metiera a la portería.
Ridículo error que enterraba al Rebaño.
Pachuca reculó, le dejó la iniciativa al Guadalajara que la aprovechó y comenzó a ganar metros, a tener oportunidades, hasta que llegó esa jugada polémica en donde Ángel Zaldívar apenas fue tocado para caer en el área. El mismo delantero engañó a Óscar Ustari y acercó al Rebaño (52’).
Chivas se fue con más hambre al ataque, buenas jugadas pero ninguna para exigir al portero pachuqueño; las marcaciones del árbitro Adonai Escobedo desesperaron a Guillermo Almada quien lo insultó y se fue expulsado.
Al final, Pachuca fue el que estuvo más cerca de anotar el tercero, así que el marcador fue más que justo.