A Ferrari le siguen saliendo las cosas, incluso las trampas que les ponen a sus rivales. Y quien cayó en esa trampa fue Red Bull, que tenía a Checo Pérez en la punta de la carrera.
En la vuelta 16, la escudería roja le indicó al monegasco Charles Leclerc entrar a pits, lo que el equipo del mexicano tomó como una espectacular noticia porque el tapatío ya presentaba desgaste en una llanta delantera.
Pero para sorpresa de todos, Leclerc no entró a pits, pero Checo sí y eso lo hizo caer hasta el cuarto puesto.
Agregado a esto, al piloto nacido en Jalisco se le atravesó el Virtual Safety y el Safety Car por el choque del canadiense Nicholas Latifi y eso retrasó más al ganador de la Pole el sábado.
Pérez lo intentó, pero los neumáticos que le fueron colocados no se adaptaron por completo y eso le costó mucho tiempo en la pista a Pérez ante los de Ferrari.
Fue sin duda, el Gran Premio de Arabia Saudita una compleja competencia.
Yuki Tsunoda de AlphaTauri no pudo iniciar y la vuelta 37 fue fatídica para muchos.
Daniel Ricciardo de McLaren, Valtteri Bottas de Alfa Romeo y Fernando Alonso de Alpine tuvieron que abandonar por problemas en sus monoplazas, los tres en fila, algo poco visto en la categoría reina del automovilismo.
Al final, cuando todo parecía que la victoria sería para Leclerc, Max Verstappen mostró por qué es el campeón del mundo y superó al monegasco. El podio lo completó el otro Ferrari, Carlos Sainz.
Checo, que junto a su equipo de trabajo en Red Bull fueron víctimas de la trampa que les puso el equipo de Maranello, finalizó en el cuarto puesto.
La buena noticia para los austriacos es que por fin sumaron y salieron del fondo de las tablas de la Fórmula 1