La mudanza de los Lobos BUAP a Ciudad Juárez no es algo nuevo en la Liga MX, acostumbrada a aprobar movimientos por todo el país.
En las próximas horas, se confirmará que los licántropos dejarán Puebla para transformarse en los Bravos, un cambio más en la extensa lista dentro del futbol mexicano.
Antes del Apertura 2013, hubo una sacudida en las oficinas de la Liga MX, que dio el sí para que los Jaguares se convirtieran en los Gallos del Querétaro, porque el “original” había descendido; San Luiscambió a Chiapas FC, y, el recién ascendido, La Piedad, se fue al Veracruz.
Querétaro y La Piedad ya había tenido una historia de cambio. En 2003, el conjunto michoacano fue adquirido por los plumíferos. Ese mismo año, el Celaya se transformó en los Colibríes.
En el verano de 1999, el Unión de Curtidores logró su acceso a la Primera División, mas la franquicia fue adquirida para que el descendido el Puebla no fuera relegado a la Primera A.
Sin embargo, los cambios de sede no han sucedido solamente cuando un club desciende. El Tampico Madero no logró mantenerse en la máxima categoría por malos manejos financieros, que obligaron su mudanza a Querétaro y jugaron bajo el nombre de TM Gallos Blancos.
Los cambios de franquicias también han permitido que unas nuevas salgan a la luz, como el Santos Laguna, que antes de 1988 era Ángeles de Puebla. En ese mismo año, los Coyotes de Neza fueron adquiridos por los Correcaminos.
El próximo movimiento es la metamofórsis de los Lobos BUAP a Bravos de Juárez.