Nicolás Ibáñez le quitó el protagónico a su tocayo, Nicolás López, como figura en el empate (2-2) entre el Atlético de San Luis y Tigres. El “Diente”, atacante de los felinos firmó los dos tantos, pero en el último suspiro del encuentro, el capitán potosino igualó los cartones con un cabezazo, ante un Nahuel Guzmán que no buscó la esférica.
Otro detalle de este duelo fue el golazo del defensa Luis Castro, desde la mitad de la cancha del estadio Alfonso Lastras. Los universitarios fueron superiores sobre los potosinos, con diversas llegadas, pero el portero Axel Werner evitó un par de acciones claras gracias a sus reflejos y vuelos.
Fue entonces que el Atlético de San Luis sorprendió a los Tigres. El lateral derecho de los rojiblancos vio que Guzmán, arquero de los felinos, estaba adelantado y decidió pegarle justo desde la mitad de la cancha del estadio Alfonso Lastras.
Pero el mexicano no estaba en el centro, sino pegado a la línea de saque de banda, por lo que también le dio el efecto necesario al esférico para que ingresara a la portería, imposible de alcanzar para el argentino, conocido por siempre jugar de manera arriesgada.
Los regiomontanos reaccionaron rápido con el primer tanto de López, quien esquivó a un defensa potosino antes de vencer a Werner. Para la segunda parte, Tigres tomó el control absoluto del esférico y ahogó al San Luis hasta que le metió gol de la victoria, consecuencia de una buena jugada en colectivo por parte de la ofensiva felina y concretada por el mismo “Diente”. Cuando parecía que la victoria estaba amarrada para los regiomontanos, Ibáñez apareció y, con su cabeza, le quitó la sonrisa a los pupilos de Ricardo Ferretti