Atlético de Madrid y Real Madrid protagonizaron un derbi decepcionante en el Wanda Metropolitano, con exceso de lucha y poco espectáculo, en un empate sin goles que salvó Jan Oblak con una gran intervención a un testarazo de Karim Benzema.
Un derbi repleto de respeto entre dos aspirantes a LaLiga Santander del que salió beneficiado el Barcelona, que recorta distancias. El Atlético de Madrid no disparó a la puerta de Thibaut Courtois, que vio cómo en el inicio Joao Félix desperdiciaba la ocasión más clara en un mano a mano que definió con un disparo cruzado.
En el bando madridista, las dos llegadas del primer acto fueron disparos de Toni Kroos que sacó Oblak.
El portero esloveno acabó siendo el protagonista del partido, con una gran parada en la segunda mitad a un testarazo ajustado a un palo de Benzema.
Lo más peligroso del Atlético de Madrid fue un testarazo de Saúl que rozó una escuadra, pero su balance ofensivo nunca inquietó a un Real Madrid que tuvo más balón pero poca llegada.