Andy Ruiz fue claro a su llegada a Arabia Saudita, donde afrontará la pelea de revancha frente a Anthony Joshua: el que carga con la presión es el británico, porque él cumplió su sueño al consagrarse campeón del mundo.
Ruiz disfruta de su éxito, hasta el punto de ser criticado por no darle la importancia a su entrenamiento para la pelea de revancha frente al inglés, como lo dijo Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
“No sé cómo vaya a llegar [a la pelea] y si tuvo el nivel de entrenamiento para llegar bien preparado”, dijo el directivo. “Lamentablemente tuvo muchas distracciones, lo obligaron a aparecer en muchos lados, a romper campamento en varias ocasiones”.
Las declaraciones de Sulaimán se refieren a los promocionales que grabó con Televisa y TV Azteca para promocionar su pelea, pero también a los comerciales que realizó para anunciar el Teletón, así como para anunciar una bebida para evitar deshidratación.
Esos compromisos lo obligaron a viajar en más de una ocasión de Los Ángeles, donde reside, a México, sin contar la pausa que puso en la recta final de su entrenamiento cuando se trasladó a Las Vegas para participar con Televia en la transmisión de la pelea entre Saúl Álvarez y Sergey Kovalev, el pasado 2 de noviembre.
Las distracciones para el mexicanoestadounidense también han estado en Los Ángeles. En agosto se organizó una fiesta de precumpleaños con camareras en lencería y estatuas de hielo con sus iniciales y cuando inició su campamento permitió al canal de YouTube Dank City realizar su miniserie.
Joshua, quien dijo que visualizaba una tercera pelea con Ruiz, llamó más la atención por lo que hizo en su campamento que por sus excentricidades.
La prensa inglesa reportó que el inglés lastimó a varios de sus rivales que utilizó como sparrings.