CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 13 (EL UNIVERSAL).- La senadora Ana Gabriela Guevara Espinoza (PT), gloria olímpica, que fue víctima de un ataque a golpes por parte de cuatro hombres, la noche del pasado domingo 11, salió del hospital y se dirigió al Senado, donde con dolor e indignación mostró las heridas que sufrió y con lágrimas de imponencia narró los hechos.
Explicó que ella no ocupa escoltas para su seguridad y lo que ocurrió fue la agresión intolerante de un automovilista y sus acompañantes contra un motociclista. Dijo que por traer puesto un casco no pudo ser identificada por los atacantes. Tampoco les dijo que ella es senadora de la República.
Con todo, dijo que ella no portaría un arma de fuego para su defensa personal.
La senadora por el PT y ex atleta olímpica denunció que lo sucedido el domingo fue «una agresión de género» por ser motociclista
Los coordinadores parlamentarios recibieron a Ana Gabriela Guevara Espinoza: Emilio Gamboa Patrón (PRI), Fernando Herrera Ávila (PAN), Miguel Barbosa Huerta (PRD) y Carlos Alberto Puente Salas (PVEM), y la acompañaron en su presentación ante los medios de comunicación.
Más tarde, Guevara Espinoza entró al salón de sesiones a ocupar su escaño y participar en los trabajos del pleno, y así continuará en los siguientes dos días que restan al periodo ordinario. Cada día, dijo a los periodistas, subirá a sus redes sociales una fotografía de estado de los golpes recibidos, sobre todo en el rostro.
Las senadoras y senadores que debatían sobre el dictamen de marihuana medicinal le dieron un aplauso de pie, en expresión de reconocimiento y solidaridad. Minutos más tarde, el presidente de la mesa directiva Pablo Escudero, le pidió que se retirará y fuera a su casa a descansar.
“Voy a quedar bien”, dijo. “Afortunadamente, el trabajo de los médicos fue muy buen. La fractura del hueso en la cara se partió en tres: La parte media de la nariz, la parte media entre el ojo, y la tercera pegada al rabillo del ojo”. Quedó lesionada de partes de alrededor del globo ocular que soportan el ojo.
Hacia la sien hay una cuarte lesión, “pero va a soldar sola”, y tras la intervención quirúrgica el diagnóstico médico es que “no queda ningún efecto secundario, ni tampoco ninguna reacción que vaya a causar la lesión o la operación quirúrgica misma”.