Pese a que el discurso irá en torno a que lo esperarán el tiempo que sea, la realidad es que a los altos mandos del América comienza a preocuparles la situación de Nicolás Castillo, quien no termina de recuperarse de la trombosis que sufrió hace un año.
El más reciente partido que jugó el goleador sudamericano fue el 18 de enero, cuando participó 15 minutos en la victoria sobre los Tigres. Desde entonces, el andino ha sufrido innumerables problemas físicos que incluso pusieron en riesgo su vida, por lo que el club le ha respaldado irrestrictamente. El problema es que las evaluaciones médicas siguen y no se ve para cuándo vuelva.