Al Calor Deportivo

América se impuso en la casa de los Lobos BUAP

Puebla.- Se acabó la mala racha del América. Sin hacer una gesta histórica, sin despeinarse demasiado, sin dudar de más. Triunfo de 0-2 ante unos Lobos que regresaron a la Liga MX sin saber que siguen siendo de Ascenso.
Nada que recordar en este juego para las Águilas. Más allá del gol de Oribe Peralta, cuarto del torneo y la confirmación de Diego Lainez que desde la banca hizo más que un piscinero Cecilio Domínguez. Por lo demás, un partido de trámite porque el equipo poblano no tiene con qué responder, en banca y en cancha.
Ya en la agonía Mateus Uribe anotó el segundo de penalti. Tres puntos que catapultan a las Águilas al tercer lugar de la tabla y termina con la crisis… Trotando. Porque al trote, como haciendo el favor, así inició el juego el América, con poca intensidad, eso sí, mucha calidad la suficiente para poner a raya a unos Lobos impetuosos pero de poca eficacia.

 

El equipo de Juan Francisco Palencia es 80 de transpiración, 20 de inspiración. Mucho esfuerzo de media cancha para atrás, y poca magia hacia arriba. Por esa razón, las Águilas se la fueron llevando, así, así…
Es verdad, la primera de peligro la tuvieron los poblanos, un balón que le quedó botando de frente a Tejeda, que en vez de fusilar a Marchesín, decidió hacerlo con el vendedor de papas, pues mandó el balón hacia la tribuna. América ni se inquietó por eso…

 

Poco a poco, sabía que llegaría el gol. Juego aislado y previsible, pero ni así fue detenido por los Lobos. Desborde y centro, una y otra vez, sobre todo por conducto de Ibargüen… Dos remates de Oribe Peralta fueron el aviso, en el tercero, gracias a un rebote, se abrió el marcador. Miguel Herrera lo gritó a su estilo, Francisco Palencia ni se inmutó.

 

A partir de ahí la enjundia de los poblanos se acabó. Conscientes de que eran menos que las Águilas recularon y comenzó el «show» de Henry Martín con sus intentos de chilenas, la primera de la quitó de la cabeza Guido Rodríguez, en la segunda le marcaron fuera de lugar.

Tan fácil vio el partido el América, que comenzó a aflojar, comenzó a agrandarse y Lobos sin nada que perder, ganó metros, ganó confianza, ganó oportunidades y Sierra la tuvo otra vez en sus pies pero en esta ocasión Marchesín intervino con una gran atajada.

Cecilio Domínguez se tiraba cada vez que entraba al área, por eso Herrera decidió darle entrada a Diego Lainez que no pudo jugar contra su hermano que ni siquiera fue convocado por Palencia.

 

La entrada del joven americanista le dio más variedad al ataque de las Águilas, ya no sólo era el desborde y el centro, sino la diagonal o la pelota filtrada lo que provocó un tiró a bocajarro de Oribe que Toño Rodríguez detuvo.

Palencia echó su resto, lo que le quedaba para salvar la honra y mandó a Gabriel Cortez, quién después de hacer volar a Marchesín en un tiró libre, se perdió como todos los demás Lobos. El juego se terminó cómo empezó, sin mucha intensidad.

Para la anécdota el penalti de último minuto anotado por Mateus Uribe, aunque Miguel Herrera quería que Víctor Aguilera lo cobrara. Al final desobedecieron al Piojo pero América ganó. Y la crisis terminó.