Ahora no surgió el amor propio. No se vio, ni por momentos dominante. No hizo valer sus individualidades y Toluca lo hizo ver mal.
De cara al Clásico Nacional, el América deja entrever que no todo está bien, que un planteamiento conservador como el que planteó Toluca, fue suficiente para sacar el lado gris de las Águilas, un lado que decepcionó. Se mostró bipolar.
Los Diablos eran víctima propicia para llegar con ínfulas de grandeza el juego de juegos de la próxima semana, pero no… Poco hizo el América, un poco más hizo el Toluca Empate a un gol que no deja contento a nadie, que no prevé cosas buenas para el futuro inmediato, aunque en un Clásico todo puede pasar.
Fue el planteamiento que le presentó José Manuel de la Torre, técnico del Toluca, o la actitud, la arrogancia de querer ganar con la camiseta.
Lo cierto es que desde el inicio del juego el América no se veía cómodo en el terreno de juego, sí, con la pelota pero sin saber qué hacer con ella. El gol de Federico Viñas (19’), precedido de un error de Luis García, portero toluqueño, engrandeció para mal al equipo de Coapa, que no se veía intensa, con esa hambre de querer que se mostró en la segunda parte en Puebla.
Así, Toluca comenzó a acercarse, comenzó a tirar centros, tiros libres, tiros de esquina hasta que llegó el error, la pelota quedó muerta en el área americanista para que Brandon Siartiaguín fusila a Memo Ochoa, a quien le pasó el balón entre las piernas (28’).
La línea de cinco mandada por Chepo de la Torre, rebotó en varias ocasiones a los azulcremas, que insistieron en base al peso de su plantel, no por sistema, porque o no hay orden precisa desde la banca o no se sabe cómo ejecutarla.
Entró Roger Martínez para cambiar la cara del América, pero lo único que hizo fue desperdiciar un cambio, a los nueve minutos se fue lesionado, dándole paso a Giovani Dos Santos, con quien tampoco pasó mucho.
Por ahí Leo Suárez hizo volar a Luis García que se rehízo después del error tempranero, pero no hubo más. América bipolar, después de tres victorias seguida apenas suma un punto que lo hará amanecer de líder, pero sin asegurarle la permanencia.
Bipolaridad americanista. ¿Dónde quedó ese orgullo que mostró ante Puebla? Quizá se le acabó o lo guarda para la próxima semana, donde se encontrará contra su enemigo mortal, que seguramente le planteará un juego similar.