Ridículo, nefasto, impresentable. Eso opinaban del América al final del primer tiempo ante el Puebla.
Sublime, heróico, hazaña. Eso se decía al final. Porque al América nunca se le puede dar por muerto. América es de dos caras.
La Franja lo tuvo 2-0 abajo y se asustó, no creyó en lo que hacía y entregó el juego, y quizá la continuidad de su técnico Juan Reynoso; y las Águilas volaron, porque en el decálogo de Coapa está el mandamiento de nunca darse por vencido, Miguel Herrera recompuso su parado inicial, dio un golpe de autoridad al sacar a la “joya” Sebastián Córdova y al final salió con la mano en alto.
Las Águilas amanecerán como líderes de la competencia con 19 puntos, y con la moral en todo lo alto.
Puebla llegó con el papel de víctima al juego, pero demostró ser un lobo: Amaury Escoto (16’) y Bernardo Cuesta le dieron la ventaja.
Con el 2-0 vinieron los cambios. Miguel Herrera sacó a Córdova y López y vino la recompensa con un penalti que Emanuel Aguilera hizo gol (52’) y minutos después Henry Martín con remate con la cabeza igualó (56’). Y cuando más temblaba el Puebla, sus centrales le regalaron la pelota a Viñas para que anotara el tercero (66’).