Amalia Pérez llegó a los XVI Juegos Paralímpicos como una de las principales esperanzas de México para llegar a lo más alto del podio… Y no falló.
La capitalina confirmó su estatus de leyenda en el deporte mexicano en todas las categorías, incluidos los atletas llamados «convencionales».
Pérez, de 44 años de edad, consiguió su cuarto título paralímpico de forma consecutiva al imponerse en la categoría de menos de 61 kilogramos en el powerlifting, al levantar 131 kilogramos, uno más que la uzbeka Ruza Kusieva, quien se conformó con la plata. La nigeriana Lucy Ejike se colgó el bronce.
Es la sexta medalla paralímpica para Pérez, quien se adjudicó la plata en Sidney 2000 y Atenas 2004. Ganó oro por primera vez en Beijing 2008 y desde entonces no lo ha soltado, pues repitió en Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y ahora en Tokio 2020.
Es la presea áurea número 98 para México y 292 en la historia del país.