SOCHI, Rusia, junio 29 (EL UNIVERSAL).- Y volvió a suceder. Cuando más se esperaba fue cuando menos se dio y México jugará por el tercer lugar de la Copa Confederaciones ante Portugal, en Moscú, después de hacer sido goleado 4-1 por Alemania, que le eliminó por quinta ocasión en juegos oficiales.
En ocho minutos el juego estaba decidido cuando León Goretzka, a los 5 y 8, puso el 2-0 a favor de los teutones. En el segundo tiempo, Timo Warner a los 58 puso el tercero y en tiempo extra Amin Younes 91′ anoto el cuarto.
Marco Fabián con un golazo a los 89 intentó poner el marcador más decoroso.
Así, el sueño de trascender quedó en eso, y el Tricolor decepcionó a la hora buena. El colombiano Juan Carlos Osorio volvió a fracasar en su intento de trascender con un sistema que pude ser o no válido, pero lo verdaderamente criticable es que no entienda que por más que la Selección Nacional tenga la pelota por mucho más tiempo que el rival, esto no quiere decir que juegue bien. Este equipo sólo tiene lapsos de buen futbol, lo que le alcanza para ganarle a equipos de mediana clase para abajo, contra las potencias, A o B, no.
Ahora se jugará por el tercer lugar contra Portugal que ya no contará con Cristiano Ronaldo, que abandonó la concentración para ir a ver a sus hijos recién nacidos.
En ocho minutos Alemania, póngale A, o B, pero Alemania al fin, definió la primera parte. Aprovechándose que la frágil zaga mexicana fue aún más debilitaba con la inclusión de Osvaldo Alanís, como lateral izquierdo, el mediocampista Leon Goretzka en dos contragolpes puso al Tricolor en la lona, con los recuerdos de aquel 7-0 frente a Chile en la Copa América Centenario de nuevo rondando por su cabeza.
Los dos goles en contra descorazonaron a Juan Carlos Osorio, que bajó la mirada y esperó lo peor, pero no así para Javier Hernández. El «Chicharito», sí, comenzó a sacar la cara.
Fuera de su zona de confort, y olvidándose del desastre que era el equipo de media cancha para abajo, comenzó a moverse por todos lados. Por la izquierda conectándose con Javier Aquino, por la derecha con Layún y Jiménez, comenzó a abrir espacios ante una Alemania que aflojó el paso, entregó metros en pos del contragolpe y se salvó mínimo de dos en contra.
Giovani, que se sacó la lotería al entrar en el once inicial, se perdió durante los primeros minutos, y fue hasta que Hernández lo hizo jugar que valió su presencia en la cancha.
Primero en un balón que le regresó «Chicharito» se paró frente a Ter Stegen quien con sus largas piernas desvió el disparo; enseguida le devolvió el favor a Javier, quien frente al portero del Barcelona voló la pelota en mano a mano y enseguida provocó una falta para un tiro libre cobrado por Héctor Herrera que Ter Stegen desvió con un lance.
Así México sobrevivió a la primera parte.
Meter a Hirving Lozano se entendía, sacar a Javier Aquino no.
«El Chucky» se escondió casi toda la segunda parte después de un choque con dos torres germanas.
Aun así el equipo mexicano comenzó la segunda parte como terminó la primera, con buenas intenciones pero nulos resultados.
Y Alemania buscando el tercero, pero sin prisa. Con las espaldas descubiertas México era invitación para el pase en largo. Werner se sacó a Alanís de encima, se llevó a Moreno que le hizo penalti, el VAR bien gracias, pero cruzó demasiado su disparo.
Era una constante, perder el balón en media cancha y agarrar en mano a mano a los defensas mexicanos.
Así a los 58 Timo Werner puso el tercero.
Osorio metió a Marco Fabián, a quien todos daban como titular y a Rafa Márquez.
Como para evitar alguna tragedia.
Raúl Jiménez envió un remate al larguero. Márquez con toda su categoría remató con la cabeza y exigió a Ter Stegen, que nada pudo hacer ante el trallazo enviado por Marco Fabián, que anotó el único gol mexicano, que después de ese tanto se desbocó sólo para que Amin Younes metiera el cuarto.
Nadie está contento con este resultado, a todos les gusta trascender, pero hasta que entendamos que las críticas son para mejorar, no para dañar, no se alcanzará a dar el paso que falta
La Selección Mexicana a las órdenes de Juan Carlos Osorio volverá a estas tierras en un año, en búsqueda del tan ansiado quinto juego, pero para eso hay que buscar jugar mejor, buscar entender que el juego se trata de meter la pelota en la portería, no de pasearla por toda la cancha y jugar bien a ratos.
El partido por el tercer lugar antes era mucho, hoy se siente como poco consuelo, por las expectativas que hay en ese equipo nacional.