Todo iba bien en la reapertura del estadio Nemesio Díez, para el juego de anoche entre el Toluca y el Cruz Azul, hasta que se les “llenó” el estacionamiento.
En cada piso, se marcaron correctamente los espacios para dejar un cajón vacío al lado de cada vehículo; sin embargo, los encargados olvidaron las rampas del edificio, que pronto se atiborraron.
La reacción fue lo más rápida que se pudo y se mandó a personal para evitar que se juntaran más sin el espacio que marcan los protocolos sanitarios.
Algunos aficionados ya se estacionaban y fueron cordialmente invitados a buscar otro cajón, por lo que se molestaron, lo que causó algunas fricciones antes del partido