CIUDAD DE MÉXICO, marzo 18 (EL UNIVERSAL).- El 30 de julio de 2012, Iván García conquistó la medalla de Plata en la Plataforma de 10 metros sincronizados, lo mejor que le ha pasado en la vida… o eso pensaba.
“Estaba equivocado. Ya viene lo mejor. En unos meses llega Ivana”, dice el tapatío emocionado al pronunciar el nombre de su bebé.
El “Pollo” acepta que nunca ha cambiado un pañal y que Paola Espinosa, su pareja y la madre de su hija, tampoco. “Toca aprender con amor”.
García comenta a EL UNIVERSAL que fue la doble medallista olímpica fue la que eligió el nombre. “Paola lo escogió. Le gusta y es fuerte”.
Con una niña en camino, el saltarín tendrá una motivación aún más grande. “Ser padre me dará una ventaja sobre la plataforma”, dice el “Pollo” y aclara el sueño que comparte con Espinosa. “Papá y mamá se ven en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y a Ivana en las gradas con todo su apoyo”.
El clavadista no asistirá al Mundial de la FINA, el próximo julio por una cirugía que se realizará en las rodillas, pero no le preocupa ya que estará en el nacimiento de su pequeña.
El tiempo de recuperación de Iván antes de subirse a la plataforma podría tardar seis meses. Lapso perfecto que le permitirá pasar más tiempo con la recién nacida.
Las responsabilidades crecerán para el “Pollo” que las tomará con gusto por Ivana. “Será una niña muy amada por muchos porque así nos caracterizamos”.
Por último, confiesa que de haber sido niño, el nombre hubiera sido Paolo Lionel, por Paola Espinosa y Lionel Messi, ídolo del clavadista.