El Universal
Más que ganar torneos o aparecer en programas de radio y televisión, el objetivo de los niños triquis para el año que inicia es sumar integrantes a la familia deportiva que han creado desde hace casi tres años.
“Lo de nosotros es una tarea social, integral y de formación. No sólo se trata de entrenar basquetbol, también buscamos forjar un futuro exitoso para los pequeños que enfrentan duras condiciones en la montaña oaxaqueña”, explicó el entrenador Sergio Zúñiga.
Durante los últimos meses, decenas de pequeños se integraron a la práctica de algún deporte en Oaxaca, especialmente luego de la creación de la Academia Indígena de México, que inició en diciembre pasado con 80 niños.
“El trabajo diario que se hace con los niños determinará su futuro. De la mano del deporte ellos están cambiando su realidad y sus perspectivas de vida. Además, es importante destacar que ya no sólo practicarán baloncesto, sino también otras especialidades, como futbol”.
El año pasado los triquis lograron coronarse en el Torneo Internacional de Halloween realizado en Pesaro, Italia. Un triunfo representativo para el entrenador, pues demuestra la constancia de sus dirigidos.
“Hace tres años fue el boom de los niños triquis, hoy por hoy el trabajo continúa. Aquellos pequeños que la mayoría de la gente conoció a los 10 años ahora tienen 13 años y se mantienen por buen camino tanto en la escuela como en la cancha”.
Zúñiga está lleno de planes para el año que inicia. El entrenador continuará con los congresos de liderazgo que imparte dentro y fuera del país además de, claro, dirigir a los niños triquis en su formación.
“Si cambiamos la vida de un niño también lo hacemos con la gente que está a su alrededor, como su familia y amigos. Espero continuar mucho tiempo con esta labor”.