La integración y posterior preparación de la Selección Mexicana de beisbol que participó en el Premier 12, el selectivo para clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, estuvo plagada de múltiples problemáticas para la novena.
El primero fue la integración de los peloteros que iban a conformar el equipo, en el que Juan Gabriel Castro, manager del representativo, tuvo que trabajar la mayoría de las ocasiones por la noche con Kundy Gutiérrez, el gerente general del representativo nacional, en una intensa labor.
“Fueron muchas horas de llamada telefónicas. Buscamos conformar un equipo que jugara bien la pelota pequeña, aunque no tuviera tanto poder al bat”, relata Castro a EL UNIVERSAL Deportes. “Pero sufrimos múltiples bajas de jugadores, porque muchos no eran elegibles, otros estaban lesionados y otros no recibieron el permiso de su equipo. Finalmente, pudimos hacer un equipo competitivo”.
Cuando terminaron de integrarlo estuvieron nueve peloteros de origen mexicanoestadounidense, lo que le acarreó críticas, cuenta el manager, de algunos medios de comunicación, de los que evita decir los nombres.
“Sí sentí que los atacaron por su origen. Toda la Selección estaba enojada y ellos no sabían por qué los atacaban, sólo porque los calificaban como pochos”, dice.
Castro habló con los jugadores. Les dijo que ellos eran tan mexicanos como sus compañeros que habían nacido en el país. Les dijo que no hacía diferencias.
“Eso alivió su molestia. Luego les dije que era una buena oportunidad para representar a sus padres, abuelos, o a quien les haya dado la sangre mexicana. Así, la Selección llegó muy unida”, agrega Castro.
La novena mexicana alcanzó el inédito pase a los Juegos Olímpicos y Castro dice que no piensa en cambiar su fórmula en Tokio.