Los Buccaneers se reivindicaron al quitarle el invicto y apalear a los Packers. En un duelo que tenía como protagónicos a Aaron Rodgers y Tom Brady, fue el segundo —asistido por una potente defensiva— quien salió victorioso (38-10).
Tampa Bay capitalizó los errores del quarterback visitante y anotaron 38 puntos sin recibir respuesta por parte de Green Bay, apaleado por la defensa local en el Raymond James Stadium.
Brady lanzó para dos pases de anotación, completó 17 de 27 lanzamientos para 166 yardas y los Bucs mejoraron su registro a 4-2 en lo que va de la temporada.
“No cometer errores nos ayudó mucho para sacar este resultado. Todavía podemos mejorar de aquí para adelante”, comentó el egresado de Michigan.
El veterano hizo uno de los pases a quien fue su compañero en los Patriots de Nueva Inglaterra, Rob Gronkowski, con un envío de 12 yardas en el segundo cuarto. Gronk tuvo un comienzo lento en su nueva casa, con apenas 12 recepciones en sus primeros cinco juegos.
Esta vez atrapó cinco pases para 78 yardas y un touchdown contra los Packers. Fue su primer touchdown con Tampa Bay. “Ahora debemos ajustar y buscar triunfos como visitantes, porque eso es lo que nos ha costado trabajo realizar en en esta temporada”, añadió Brady.
Rodgers lanzó dos intercepciones, las primeras entregas de balón de Green Bay en lo que va de la temporada, en un lapso de tres pases durante el segundo cuarto para convertir una ventaja de 10-0 de los Packers a un déficit de 14-10 y nunca se recuperó.
Ese par de errores causaron un shock dentro del equipo de Wisconsin, que nunca logró descifrar una forma de superar la defensiva de los Buccaneers.
El pasador firmó 16 de 35 pases para 160 yardas sin ningún touchdown luego de haber completado 70.5 por ciento de sus envíos y registrar 13 de anotación sin intercepciones en los primeros cuatro juegos de Green Bay, que venía de su semana de descanso.