El Universal
Foxborough.— A veces, Tom Brady se sienta en el banquillo luego de una serie y platica calmadamente con el coordinador ofensivo, Josh McDaniels. Otras, se pasea en la banda gritando obscenidades.
De estudiante a un gritón y todo lo que hay en medio, el súper competitivo Brady hace lo que sea necesario para poder ganar.
“Creo que nunca he perdido la pista de jugada o cosas que necesito para ayudar a coordinar a la ofensiva cuando estoy en el campo”, dijo Brady ayer, platicando con calma en el podio. “Creo que las emociones son parte importante de mí y siempre han sido una parte de mi forma de jugar”.
Las emociones seguramente van a estar presentes este domingo, cuando Brady trate de llevar a los Patriots de Nueva Inglaterra a su sexto Super Bowl en 14 temporadas, cuando reciban a los Colts de Indianapolis en la final de Conferencia de la AFC.
La pasión ha sido una parte integral de Brady a lo largo de 15 años en la competitiva NFL.
Ha golpeado cascos con compañeros de equipo y oponentes. Le ha gritado a sus jugadores y entrenadores. Esta temporada, si lees sus labios, te darás cuenta que insulta con groserías, luego de una derrota ante los Packers de Green Bay.
“Necesito ser emotivo allá afuera para jugar a mi máximo nivel”, afirmó Brady. “Trato de descansar toda la semana y realmente estoy muy calmado la mayor parte del tiempo, es algo que ustedes saben. Pero durante esas tres horas los domingos es cuando tienes que darlo todo y soltarte, es cuando puedes ser tú mismo”.
Hasta ahora esa fórmula ha funcionado bien.
Brady tiene marca de 160-47 en temporada regular y de 20-8 en la postemporada. Tiene más pases completos y de anotación que cualquier otro jugador de su posición en la historia.
Así que si sus compañeros tienen que soportar sus gritos, ya sea como regaño o motivación, es un pequeño precio a pagar por el éxito.
“Es la forma de ser de Tom”, afirmó el tacle defensivo Vince Wilfork. “Todo lo que hace, quiere que sea perfecto. Busca siempre la grandeza.
“Tom hace lo que cree necesario para que nosotros ganemos”, secundó el defensivo Devin McCourty. “Nada de lo que haga nos sorprende”.
Y su tenacidad es contagiosa.
“Cuando ves a Tom hacerlo, realmente te motiva”, dijo el ala cerrada, Rob Gronkowski.
Brady es confiado y competitivo, pero también se pone nervioso.
Afirma que el juego del domingo lo hace sentir mariposas.
“Es parte de jugar deportes. Estar en una situación competitiva como la que estamos ahora te pone así y no creo que eso desaparezca nunca”, afirmó. “Tú tienes una visión de la manera en que quieres que salgan las cosas y si así sucede, es grandioso. Si no, tienes que encontrar una forma para que así sea”.
Los Patriots (13-5) se preparan para enfrentar a los Colts (13-6), luego de sobreponerse a dos desventajas de 14 puntos ante Baltimore.
Nueva Inglaterra venció 42-20 a Indianapolis en temporada regular, pero los Colts tienen récord de 7-1 desde que eso pasó.
“Todos los juegos son diferentes. Cuando ves a un equipo por segunda vez, esperas hacer lo mismo, pero no siempre es así”, agregó Brady.
Lo que seguramente no será diferente es la intensidad de Brady.
“Él siempre hace lo que esté en su poder para motivarnos a jugar mejor y al final del día funciona”, afirmó el capitán de equipos especiales Matthew Slater. “Lo que sea necesario, si es que nos va a gritar mucho o ponerse loco, que así sea”.
Brady dice que no sabe por qué se transforma los domingos.
“Mi esposa me pregunta lo mismo. Me dice que cuál es mi problema”, confesó Brady, quien está casado con la súper modelo Gisele Bündchen. “Simplemente me pongo al límite, porque cada semana hay una presión alta por conseguir los triunfos”. AP