Tom Brady, en su décima aparición en el Super Bowl, buscará registrar su nombre en otro selecto grupo en la historia de la NFL.
El 7 de febrero, el veterano –al mando de los Buccaneers de Tampa Bay– estará una vez más a 60 minutos del trofeo Vince Lombardi, pero será la primera que se la juega como un equipo comodín en postemporada.
En los 54 años de la era del Super Bowl, sólo tres equipos jugaron todos los Playoffs fuera de su casa y se quedaron con el anillo de campeonato.
Los Steelers de Pittsburg de 2005 tuvieron que visitar a los Bengals de Cincinnati, los Colts de Indianapolis y los Broncos de Denver antes de superar (21-10) a los Seahawks de Seattle, en el Super XL.
En 2007, los Giants de Nueva York pasaron por Tampa Bay, Dallas y Green Bay, una racha sorprendente que duró hasta la edición XLII, en la cual se impusieron 17-14 sobre los Patriots de Nueva Inglaterra.
El último equipo en lograrlo fue Packers, que visitó a los Eagles de Filadeldia, los Falcons de Atlanta y Bears de Chicago para alcanzar el boleto al AT&T Stadium, donde vencieron (31-25) a los Steelers de Pittsburgh.
Ahora, es el turno de Brady y los Bucs, que ya pasaron por Washington, Nueva Orleans y Green Bay; solo esperan al ganador del partido entre los Chiefs de Kansas City y Bills de Buffalo.
Nada más que ninguno de ellos jugó el Super Bowl en su propio estadio, como lo hará Tampa Bay, en el Raymond James Stadium