Un regreso como ningún otro para Tiger Woods podría estar gestándose en el Masters. A solo 13 meses de que Woods sufriera daños en su pierna derecha, tan graves que los médicos consideraron la amputación, el súper astro del golf llegó al Augusta National ayer al medio día y calentó en un campo, donde había más fotógrafos que jugadores.
Woods golpeó pelotas durante aproximadamente 20 minutos y después se subió a un carrito para hacer el recorrido por el campo, que estaba cerrado para todos, excepto los jugadores y caddies.
De por sí una atracción estelar, el entusiasmo por el cinco veces campeón del Masters se ha disparado más tras el aparatoso accidente automovilístico que parecía había terminado con su carrera. Todavía falta por confirmar la decisión si jugará el torneo.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, Woods anunció que iba a Augusta para retomar su preparación para el Masters y que su participación será un “decisión de último momento”. El Masters no tiene una fecha límite para comprometerse a jugar. Los horarios de salida se publicarán el martes.
“Conociendo a Tiger del modo que lo conozco, si no sintiera que tiene una oportunidad de ganar, no tomaría el golpe de salida”, dijo Mark O’Meara. “La cosa con Tiger Woods es que generalmente, cuando todos piensan que no puede conseguir algo, entonces es cuando lo logra”.