Aunque ha pasado por un par de crisis financieras, el Abierto Mexicano de Tenis hoy puede alardear de una estabilidad que lo mantiene entre los mejores torneos de la categoría ATP 500.
A pesar del aumento en la inversión para infraestructura (30%) y el pago de garantías del algunos jugadores, el certamen guerrerense va cuesta arriba e incluso planea estrenar nuevo estadio en 2020.
“Tuvimos que picar piedra, convencer patrocinadores y darnos a conocer en la ATP y WTA. No fue un comienzo sencillo pero ahora podemos decir que tenemos finanzas sanas, nuestros patrocinadores llevan años con nosotros y los partidos son transmitidos a millones de personas”, dijo Raúl Zurutuza, director del Abierto.
Alejandro Burillo, presidente de Grupo Pegaso, aseguró que en la actualidad, el dinero no es problema para el AMT.
“El dinero no es lo más importante, es sólo una herramienta para invertir, en este caso, en el deporte. Para 2020 esperamos estrenar estadio con capacidad para 10 mil aficionados y mantener el prestigio de nuestro torneo”, dijo.
Los ingresos del certamen provienen en su mayoría de las entradas (40%) y después de la publicidad y los derechos de televisión.
La salud financiera en Acapulco es tan buena que incluso Mextenis ha expandido sus horizontes al adquirir los derechos de organización del Abierto de Los Cabos por cinco millones de dólares.
En 2018, el certamen tendrá como figura principal a Juan Martín del Potro y al top ten Jack Sock.
“Tuvimos una derrama económica de 93 millones de pesos en 2017 en este año vamos por más. Ojalá en algunos años podamos tener una economía tan sana como la de Acapulco”, explicó su director José Antonio Fernández.
El Abierto Mexicano de Tenis se mantiene con finanzas sanas y siendo el mejor de Latinoamérica.